terça-feira, 17 de maio de 2011

Cerrar los ojos

Terminé el almuerzo y me desplacé hacía la terraza. Senté, apoyé el plato entre las piernas y empecé a comer. Llevo 8 meses viviendo aquí. Fue la primera vez que almorcé en la terraza. Una cucharada, un vistazo al predio que hay adelante, otra cucharada, detecto que la refección está sabrosa. Así sigo intercambiando cucharadas y pensamientos. En pocos minutos no hay más huelgas de pollo, arroz, macarrón, maíz, pimiento o cebolla.

Me imagino bajando con la ropa de casa puesta, un jersey de color piel ,viejo, heredado de mi hermana, una camiseta interior negra y un pantalón flojo súper cómodo con el cual me gustaría vestirme siempre. Bajo, me compro un chocolate en la tienda de golosinas de Plaza Roja y lo disfruto mucho. Nada más que imaginación.

Imaginación que vuela pensando en el primer almuerzo en la terraza. Entonces cierro los ojos en el intento de grabar mentalmente aquella imagen, ya que pronto no podré más verla, pero de inmediato me invade la imagen desde mi ventana en el apartamento 1001. En menos de un segundo estoy en la décima planta del Edificio San Diego. El gimnasio Paulo Sarasate, el colegio Capital, la extensión de la avenida Heráclito Graça, los predios a lo lejos, la Torre de Quixadá, las luces de las calles encendidas, incluso la reja de  aluminio gris de la ventana. La Fortaleza de la cual me acuerdo desde mi ventana está en tinieblas.

Una foto que saqué desde mi ventana en julio de 2007 en una noche de luna dorada.

Eso sí es morriña. Es más bien saudade, porque para mí la morriña y la saudade no son la misma cosa. Y todo porque cerré los ojos. Si supiera, no los habría cerrado. SI + pretérito imperfecto de subjuntivo + consecuencia en condicional compuesto para “referirse a lo que podía haber pasado entonces si se hubiera cumplido la condición”. Tuve un fin de semana muy productivo. Unas cuantas páginas de ejercicios de español y todavía me queda lo que estudiar. Es lo bueno de la vida, que uno nunca sabe de todo. Siempre hay algo más que toca conocer.

Lo curioso es que abandoné la terraza pensando en escribir sobre cerrar los ojos. Que lo hacemos cuando queremos recordar algo, cuando nos besamos, para concentrarnos más. Luego me recordé de dos canciones "No me pidas que te bese porque te besaré", de la película de Albert Spinosa con el mismo nombre y "Close my eyes", de los grandes Beatles. Y ahora, cambié todo. =) Es lo bueno de la vida.

Solo para registrar, me encanta cambiar!

Nenhum comentário:

Postar um comentário